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¿Qué es ser como Cristo?
Para ser como Jesús es necesario “Ser en Cristo para hacer en Cristo”. En otras palabras, la obra en Cristo no se puede hacer por compromiso o por obligación, buscando agradar al hombre. La obra en Cristo se debe hacer sintiendo en profundidad la necesidad de ser como Jesús y caminar con Él.
¿Que vean a Cristo en mí?
Gálatas 2:20: “Mas vive Cristo en mí” “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mí”.
¿Cómo podemos imitar el amor de Jesús?
Quienes queremos imitar al Señor, debemos disponernos para un servicio alegre a Dios y a los demás, sin esperar nada a cambio; servir incluso al que no agradece el servicio que se le presta. »¡Solamente en la oración, y con la oración, aprendemos a servir a los demás!» (J.
¿Cómo podemos seguir a Cristo en la vida diaria?
Al ejercitar nuestro espíritu por medio de la Palabra de Dios, experimentamos a Cristo como nuestro nutrimento espiritual. También podemos ejercitar nuestro espíritu al alabar y dar gracias al Señor por todo lo que Él es y lo que ha hecho por nosotros. Somos llenos de Él al dar gracias al Señor por todas las cosas.
¿Qué ejemplo debe seguir la Iglesia?
para darse cuenta de lo efectivo que puede ser el enseñar y el comprender”. El hermano Callister dijo que Jesucristo es el Maestro de maestros, y que nuestra enseñanza en la Iglesia debería conducir a las personas a Cristo.
¿Qué significa la luz de Cristo en nuestras vidas?
La luz se define como la vida, como se ve en Juan 1:4: «En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres». Aquellos que tengan fe por medio de Él, tendrán vida eterna. Esta «vida» es un don que Jesús trajo de Dios en un mundo moribundo.
¿Qué hay que hacer para amar a Dios?
Ama al prójimo como a ti mismo, tal y como Él nos ama a nosotros. Amamos a Dios si sentimos compasión con el prójimo de la misma manera en la que sentimos compasión por nosotros mismos y por nuestros seres queridos. El mandamiento más importante es amar a Dios y a sus hijos.